LA MIEL: ¿Cómo podemos hacer un probiótico con un antibiótico?
ACLARACIÓN IMPORTANTE: En este post estamos hablando de MIEL CRUDA. La mayoría de las mieles que encuentras en el supermercado han sido pasteurizadas. Lo cual significa que la miel ha sido calentada/procesada antes de ser embotellada para vender. Si no queremos miel pasteurizada y sí queremos miel cruda, entonces la pregunta es…
¿Qué es la miel cruda? Técnicamente es miel que no ha sido calentada más que 48 grados Celsius (118 grados F). Sin embargo, muchos apicultores y entusiastas de miel, dicen que es mejor no calentarla más de 40 grados Celsius (105 degrees F). (1) Y otras personas dicen que la miel no debe ser calentada más allá de la temperatura interna de la colmena, entre 32 y 35 grados Celsius (90-95 grados F) (2).
Para mi, esta última idea tiene sentido. (Claro, significa que no vas a hornear postres con miel o ponerla en un té muy caliente. No creo que sea necesariamente “tóxico” calentarla, como dicen varias personas, PERO en este caso con este alimento me parece que es más nutricionalmente poderoso en su forma cruda).
¿Cómo sabemos si la miel es cruda? Hay que preguntar a la persona de la que estás comprando. Si compras miel local y artesanal de una bioferia o una ecotienda es más probable que sea cruda.
Hablemos de la miel.
La miel es un alimento de los dioses (¡y de los humanos!). Es un alimento que ha sido parte de la dieta humana desde los tiempos pre-agrícolas. Fue el ingrediente fundamental en nuestras primeras bebidas alcohólicas. ¡Y el alcohol es sagrado!
La miel, durante miles de años, ha sido utilizada internamente para tratar trastornos digestivos y también de uso tópico para curar heridas infecciosas y quemaduras (3). Incluso hoy en día en el mundo de la medicina occidental, que suele ser no tan abierto a las terapias “naturales” y “alternativas,” se usa la miel para pacientes con quemaduras graves.
La miel es mayormente azúcar (fructosa y glucosa) y agua, acompañada de unas 200 sustancias más, muy beneficiosas para la salud, que incluyen ácidos orgánicos, aminoácidos, vitaminas, minerales, y enzimas. Su contenido de ácidos orgánicos hace que la miel sea un alimento ácido (4). La pH de una miel cruda es entre 3.2 y 4.5. (5).
La miel está hecha a base del néctar de plantas más los contenidos del estómago de las abejas, que transportan el néctar desde la planta hasta la colmena dentro de sus estómagos. Luego es el aleteo de las alitas de las abejas dentro de la colmena que ayuda a evaporar el agua de la miel para que sea más viscosa y para que sea un alimento que se puede conservar durante muchísimo tiempo (6).
Obviamente todas las mieles van a ser distintas. Varían en su composición química, su sabor, y su color según las plantas que están alrededor de la colmena y de las que la abeja saca el néctar. La miel es un vehículo para la medicina de plantas. De la miel, recibimos no sólo la esencia de la planta sino también sus componentes químicos (sus microorganismos, sus azúcares, sus vitaminas, sus minerales, sus ácidos, sus sustancias antibióticas, etc.). Nos explica Stephen Buhner, un experto en el arte de la fermentación alcohólica casera:
“Además de las cualidades medicinales de las plantas, los néctares de las plantas están sutilmente modificadas, en maneras en que la ciencia moderna no puede explicar, durante su breve transporte dentro del sistema digestivo de la abeja. Antes de su regurgitación, los néctares combinan en maneras únicas con las enzimas digestivas de las abejas para producir compuestos nuevos” (7).
¡Es alquimia! Creo que hasta ahora podemos concluir que tanto la miel como las abejas que la producen son realmente increíbles.
La composición microbiana de la miel cruda (no hay sólo levadura)
“Los microorganismos que sobreviven dentro de la miel son las que pueden aguantar el azúcar concentrado, la acidez, y las demás características antimicrobianas de la miel” (8). En un artículo publicado en 2007 sobre la miel (9), nos ofrecen un resumen de los microorganismos encontrados en la miel, entre ellos:
- 16 géneros (genus) de bacteria
- 13 géneros (genus) de levadura
- 12 géneros (genus) de mohos
Sin embargo, “la mayoría de las bacterias y los demás microorganismos no pueden ni crecer ni reproducir en la miel. Están inactivos/durmientes” (10).
Este es un importantísimo dato. Hay gente que cree que ninguna bacteria puede sobrevivir dentro la miel (por su acidez, por su falta de agua y por sus otros componentes antibacterianos, por ejemplo su producción del peróxido de hidrógeno. Pero esa idea es falsa. Hay ciertas cepas (de los géneros mencionados arriba) que sí pueden sobrevivir en la miel, aunque en forma inactiva.
Nos cuenta lo mismo el guru de la fermentación, Sandor Katz (aunque sólo habla de levadura y no de bacteria y mohos). En su libro, El Arte de la Fermentación, escribe Katz que la miel cruda contiene “una abundancia de levaduras” (11). Sin embargo, están durmientes dentro de la miel porque hay tan poquita agua (un 17%). Y seguirán durmiendo siempre y cuando el nivel de agua se quede allí.
Sin embargo, si subimos, aunque sea un poquito, el nivel de agua en la miel (literalmente con agua o agregándole otro ingrediente que contiene agua como el ajo), entonces, la levadura y los demás microorganismos dentro de la miel se despiertan y se activan. (EL AGUA ES VIDA para los microbrios también). Por eso, durante los primeros días de fermentación de hidromiel o de ajo fermentado en miel, vemos muchas burbujas y hasta espuma en la superficie de la miel. Esta actividad es debido al despertar de los microorganismos en la miel además de su mezcla con otros microorganismos del ambiente, atraídos a la miel que ahora está activa.
¿La miel tiene propiedades antibacterianas?
Sí. La miel funciona como un antibiótico (para algunas y no todas cepas bacterianas) gracias a la sinergia de varios factores, entre ellos:
- su falta de agua (los microbios necesitan agua para sobrevivir y funcionar igual que nosotros. El agua es vida).
- su acidez (debido a la presencia de ácidos orgánicos).
- su alta cantidad de azúcar (el azúcar es un conservante).
- y la presencia de otros compuestos antibacterianos dentro de la miel, como el peróxido de hidrógeno.
El uso antibacteriano que más ha sido estudiado de la miel es su uso TÓPICO cuando la miel está madura y no diluida con agua.
¿Pero qué pasa con estas propiedades antibacterianas cuando diluimos la miel, por ejemplo cuando hacemos hidromiel (miel + agua = vino)?
Ya no será tan ácido, obviamente tendrá más agua y su concentración de azúcar bajará. ¿Entonces, todavía tendrá la miel sus propiedades antibacterianas? Es más. ¿No es que el hidromiel se activa con el agua para ser una bebida probiótica? ¿Entonces, es probiótico y antibiótico a la vez?
La dilución de la miel nos deja con una sola posibilidad antibacteriana de arriba, el peróxido de hidrógeno. De hecho, para que la miel produzca peróxido de hidrógeno TIENE QUE ser diluida. Porque esta dilución activa a una enzima, glucosa oxidasa, que produce, dentro de la miel, el peróxido de hidrógeno.
Los estudios (en particular éste (12) que he podido mirar sobre el efecto antibacteriano del peróxido de hidrógeno dicen que es importante entender que
- Al diluir distintos tipos de mieles, cada uno tendrá una cantidad distinta de producción de peróxido de hidrógeno.
- Que los estudios que investigan este tema han investigado el poder antibacteriano del peróxido de hidrógeno de la miel en placas de petri y no en pacientes reales.
- Hay que reconocer que el peróxido de hidrógeno existe junto a cientros de otros compuestos dentro la miel. Estudiar un solo compuesto en aislamiento no nos da una imagen muy completa del mundo microbiano de la miel ni de los productos que se hace con ella (en este caso, el hidromiel).
Creo que es un momento en que tenemos que estar de acuerdo que la Naturaleza es mucho más complejo que el laboratorio. Y que sí es posible que algo sea probiótico y antibiótico a la vez. Hablaremos más sobre este tema abajo.
Aquí también hay que mencionar que la gran mayoría de los estudios sobre la miel se tratan de mieles de grado médico que han sido ESTERILIZADAS.
¿Es interesante no? Porque nuestros ancestros durante miles de años definitivamente no usaban miel esterilizada para curar exitosamente sus heridas y otros problemas de salud. Es más. Los estudios tratan de la miel para uso tópico. Hasta donde yo sé, no hay estudios sobre la ingesta de la miel (o productos de miel) y cómo esto influye al microbioma (a la ecología microbiana interior) en HUMANOS.
El microbioma y la miel: un estudio
Sólo he podido encontrar este estudio (13), pero lo realizaron con ratones y no con humanos (y claro, un ratón no es un humano y el microbioma de un ratón no es lo mismo que el microbioma de un humano). Los científicos que publicaron este estudio querían saber cómo la ingesta de la miel afecta a la ecología interior del intestino.
¿Cómo miden que el intestino ha sido afectado/cambiado o no por la miel? Ellos saben que todos los microorganismos que viven dentro del microbioma (sea de un ratón o de una persona) producen metabolitos, entre ellos varios ácidos grasos de cadena corta. Son estos ácidos grasos que miden para concluir sobre el microbioma y sus posibles cambios. O sea, pueden entender lo que está pasando dentro del intestino, estudiando los productos (ácidos grasos de cadena corta) que producen los microorganismos que viven allí.
Durante 28 días, dieron de comer a los ratones la famosa miel Manuka de Nueva Zelanda y luego midieron los metabolitos producidos dentro de su intestino. Concluyeron que “Los efectos sobre la actividad microbiana en el intestino fueron mínimos con la concentración de miel utilizada” (14).
La miel no cambió considerablemente el pérfil microbiano de los intestinos de los ratones estudiados. (La concentración que daban de comer a los ratones equivaldría a 150 gramos de miel para un humano que pesa 70 gramos lo cual es mucha miel….”una cantidad diaria poco probable alcanzado, ni sostenido, por 28 días aun para el más aficionando de la miel Manuka.”
Digo yo que hace faltan MUCHO MÁS estudios en PACIENTES REALES Y HUMANOS no sólo sobre la miel y el microbioma sino también sobre el microbioma en general.
Miel de grado médico vs. miel “normal”: un estudio
Este otro estudio (15) en Inglaterra comparó una muestra de miel de grado médico con 18 muestras de miel comprada en los mercados y las tiendas y otra muestra de agua azucarada, en las mismas proporciones en que se encuentra los distintos tipos de azúcares en la miel. Esta última muestra fue parte del estudio con la miel para que se pudiera ver si su alta cantidad de azúcar es el factor principal por qué es antibacteriana.
Los científicos estaban estudiando el efecto que tenían estas mieles y el agua azucarada contra estas seis cepas bacterianas:
- NCTC 6571 Staphylococcus aureus
- E Coli NCTC 10418
- MRSA
- S. Pyogenes
- S. epidermidis
- P. aeruginosa
¿Qué encontraron?
De todas las mieles analizadas, dicen que la de grado médico mostró más actividad antibacteriana y que diez de las muestras no demostraron ninguna actividad antimicrobiana.
Los autores del estudio notan que “los antiguos médicos seleccionaban cuidadosamente a la mieles que incluían en sus remedios” (16). En este punto estoy muy de acuerdo con ellos. (De hecho, en su estudio no nos hablan de la calidad de las mieles estudiadas, si fueran crudas, etc.)
Creo que con la miel y con los demás antibióticos naturales, tenemos que confiar bastante en nuestro linaje. Porque la ciencia moderna va a tardar mucho en hacer todos los estudios que se tendría que hacer para comprobar lo que ya sabían nuestros ancestros hace mucho tiempo. Lo ideal es que trabajen juntos: las tradiciones milenarias con la ciencia moderna. Pero si estamos enfermos no podemos esperar diez años que un estudio nos diga lo mismo que nos ha dicho nuestra abuela hace diez años.
Para mi las preguntas claves son:
- ¿Cómo la usaban nuestros ancestros?
- ¿Qué dicen las tradiciones milenarias médicas como el Aryuveda?
- ¿Cómo la escogieron ellos?
- ¿Cómo sabían con qué mieles se puede hacer el hidromiel, con cual se pueden curar heridas de la piel, y con cual puedes sanar tu digestión?
Buscamos las respuestas de nuestros abuelos/ancestros a estas preguntas si es que no encontramos todavía lo que buscamos en la literatura científica.
¿Si la miel tiene propiedades antibacterianas (aunque en grados variables), entonces cómo podemos hacer un probiótico con ella?
A las personas que me hacen esta pregunta les digo, “El hecho de que algo sea antibiótico no quiere decir que va a matar a TODO, a cada microorganismo a su alrededor.” No puede ser. La esterilidad sólo es factible bajo ciertas condiciones manipuladas y controladas cuidadosamente por científicos en laboratorios. La miel no mata a todo microbio, no es estéril, ya sabemos que contiene géneros que bacterias, levaduras y mohos. No es estéril y tampoco puede causar la esterilidad. Cuando recordamos cómo se produce la miel, tiene aún más sentido el hecho de que la miel es “depósito para microbios” (17). Las abejas, transportando néctar y polen TAMBIÉN transportan microorganismos (del aire, del polvo, de las flores, de sus propios tractos digestivos) a la colmena.
Un buen resumen…lo que sí sabemos….es que la miel
- atrae algunos microbios (inactivos y luego cuando la diluimos, activos).
- mata a otros.
- y contiene muchas otras sustancias que van influyendo la salud de nuestro microbioma (el conjunto de microorganismos que viven dentro del cuerpo, más que todo en el intestino, y encima de la piel).
¿Mata la miel sólo los “malos” microbios o también a los “buenos”?
¿Por ejemplo, ¿qué pasa si le pongo miel cruda a mi yogur, un alimento lleno de lactobacillus (una bacteria muy buena para nuestra salud)? ¿Mueren estas bacterias buenas, los lactobacillus?
Primero, no creo que sea tan fácil de etiquetar a los microbios como “malos” o “buenos.” La verdad es que incluso dentro de un intestino sano, radican poblaciones de “malos” microbios, desde el E Coli hasta la candida albicans y el clostridium dificile. Son microorganismos “patógenos” que forman parte de un ecosistema balanceado y sólo causan problemas si hay un desequilibrio que les permite florecer.
Y a la vez reconozco que hay ciertas (aunque son pocas) cepas bacterianas que han sido estudiadas por la ciencia moderna, más que todo los géneros lactobacillus y bifidobacterium, cuyos efectos probióticos han sido comprobados por la ciencia. (Hay otros géneros también muy beneficiosos pero que no han sido estudiados tanto como los lactobacillus y los bifidobacterium y muchos otros que la ciencia todavía no ha podido identificar. Nos tenemos que recordar que estamos en la infancia de nuestro entendimiento sobre el papel que juegan los microbios en nuestra salud).
¿Qué efecto tiene la miel sobre estas bacterias beneficiosas, por ejemplo sobre la bacteria lactobacillus? No creo que los mate. Porque lactobacillus vive DENTRO del estómago de la abeja y están presentes dentro de la miel también (18). Es una bacteria que ha evolucionado CON y no en contra de las abejas.
Los antibióticos naturales
La pregunta más general (y más fundamental) que tiene que ver no sólo con la miel sino con todos los antibióticos naturales, es ¿Cómo puede ser que los antibióticos naturales son capaces de matar selectivamente a los microbios considerados desde la perspectiva humana, “patógenos” y no a los microorganismos “buenos”?
Hay MUY poca información sobre este tema, ni en el mundo cyber ni en la literatura científica. Me pregunto:
- “¿Hay una inteligencia en el diseño de la Naturaleza que los antibióticos naturales tienen una afinidad para los “patógenos” y no para los “buenos”?
- ¿O quizás una inteligencia en los seres humanos que hemos podido escoger las plantas que a nosotros nos benefician, matando lo que es patógeno para nosotros? Hay muchasssss otras plantas, algunas que ni siquiera han sido identificadas que también tienen compuestos antibacterianos pero que no nos beneficiarían tanto, porque no matarían los microbios que nosotros necesitamos que maten.
Luego hay otras personas que dicen que los antibióticos naturales, SÍ MATAN A LOS BUENOS MICROBIOS dentro de tu intestino. PERO, que es una diferencia entre una bomba chiquita (antibiótico natural) y una bomba nuclear (un antibiótico farmacéutico).
Personalmente, yo creo que tenemos que amplificar nuestra perspectiva del significado “antimicrobiano.” Estamos programados a pensar en los antibióticos, sean naturales o no, como sustancias que MATAN. Sin embargo, el patógeno invasor es una sola parte del todo. El otro lado de la historia es tu cuerpo. Es tu ECOLOGÍA. Hay antibióticos naturales que también ayudan a restaurar tu ecología interior para que ya no sea un ambiente tan amigable para los patógenos.
Desde mi perspectiva, un tratamiento holístico tiene estos dos lados en mente: el patógeno Y el ambiente/tu ecología.
EN CONCLUSIÓN. Si has llegado al final, ¡te felicito! Cuando empecé a escribir este post no me di cuenta que iba a ser tan largo. 🙂
La miel es un alimento medicina con propiedades PRObióticas y también ANTIbióticas. Úsala, fermenta con ella, pregúntale a tu abuela como la usaba ella, lee los estudios, experimenta, disfruta, saborea, y a da gracias a las abejitas por tanta chamba.
Que el alimento fermentado sea tu medicina,
Katita
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(1) https://www.mybeeline.co/en/p/raw-honey-vs-regular-honey-difference
(2) http://www.arnia.co.uk/temperature-and-thermoregulation-in-the-beehive/
(3) https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3758027/
(4) https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3758027/
(5) Honey: a Reservoir for Microorganismos and an Inhibitory Agent for Microbes; October 2007; African Health Sciences
(6) pg. 37 de “Sacred and Herbal Healing Beers: The Secrets of Ancient Fermentation” por Stephen Harrod Buhner
(7) pg. 38 de “Sacred and Herbal Healing Beers: The Secrets of Ancient Fermentation” por Stephen Harrod Buhner
(8) Honey: a Reservoir for Microorganismos and an Inhibitory Agent for Microbes; October 2007; African Health Sciences
(9) Honey: a Reservoir for Microorganismos and an Inhibitory Agent for Microbes; October 2007; African Health Sciences
(10) Honey: a Reservoir for Microorganismos and an Inhibitory Agent for Microbes; October 2007; African Health Sciences
(11) pg- 72-73 “The Art of Fermentation” by Sandor Katz (2012)
(12) https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fmicb.2011.00213/full
(13) https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5178337/
(14) https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5178337/
(15) http://www.woundsresearch.com/content/a-comparison-between-medical-grade-honey-and-table-honeys-relation-antimicrobial-efficacy
(16) http://www.woundsresearch.com/content/a-comparison-between-medical-grade-honey-and-table-honeys-relation-antimicrobial-efficacy
(17) Honey: a Reservoir for Microorganismos and an Inhibitory Agent for Microbes; October 2007; African Health Sciences
(18) https://link.springer.com/article/10.1007%2Fs13592-011-0069-x