Alrededor del mundo con el Dr. Weston A. Price: Perú
“La Vida en todo su esplendor es la Madre Naturaleza obedecida.” – Dr. Weston A. Price
EL DR. WESTON A. PRICE ES LA INSPIRACIÓN PARA ESTE BLOG Y ESTE MOVIMIENTO.
El Dr. Price fue dentista al principio del siglo XX. En su consulta, él fue testigo de la degeneración de la salud humana; observó que la segunda generación de sus pacientes era menos saludables que sus papás (la primera generación) tanto en salud dental como física.
Al jubilarse de su consultorio, el Dr. Price empezó un viaje de diez años alrededor del mundo, un logro especialmente asombroso porque estaba viajando a lugares remotos en los años treinta. Su gran misión fue estudiar las culturas indígenas y su salud, reconociendo que quizás ellos tuvieran la sabiduría para invertir la degeneración de salud que ya estaba ocurriendo entre la gente moderna de los países “desarrollados”.
La primera parada del Dr. Price en su tour global fue los Alpes Suizos. Ahora, vamos a explorar con él la costa, la sierra, y la selva Peruana.
Estoy super contenta de tener la oportunidad de escribir sobre mi querido Perú y los viajes del Dr. Price en esa tierra tan hermosa. Siento que el Perú es mi hogar; es un país maravilloso y de hecho es el único país al que Dr. Price dedicó dos capítulos enteros en su libro, Nutrition and Physical Degeneration. ¡Viva Perú!
En el primero de estos dos capítulos, él Dr. Price nos habla de las antiguas civilizaciones de Perú mientras que el segundo capítulo está enfocado en los peruanos que vivían en los tiempos cuando hacía Dr. Price sus estudios, los años treinta.
Geografía del Perú
El Perú es un país muy diverso con tres regiones distintas:
- la costa árida, el desierto
- la sierra, las cordilleras de los Andes
- la selva, el vibrante Amazonas
El Dr. Price, siendo el espíritu aventurero que era, hizo estudios en las tres regiones del país.
En su introducción del Perú, el Dr. Price nos cuenta que la costa peruana tenía una enorme abundancia de vida marina para el consumo humano. Es una de las razones principales del por qué las culturas pre-incaicas decidieron asentarse en la costa, un terreno que a primera vista parece demasiado seca para sostener civilización. Escribe el Dr. Price que la Corriente de Humboldt, trae agua del sur a lo largo de la costa oeste de América Latina, y que “probablemente son muy pocos los lugares del mundo que proveen un suministro tan inagotable de vida marina como lo de este área” (194).
Del océano Pacífico moviéndonos hacia el este sobre el desierto, nos encontramos con la Cordillera Negra de los Andes, la que tiene las montañas negras al no recibir mucha lluvia.
Luego, al movernos al este, cruzamos una meseta de 50 a 200 millas de ancho antes de encontrarnos con la Cordillera Blanca de los majestuosos Andes. La Cordillera Blanca tiene montañas nevadas. Las cuestas orientales de las montañas blancas, se convierten en los inicios del Amazonas, lo cual extiende mucho mas allá que las actuales fronteras peruanas.
Con esta información geográfica, podemos concluir que el Perú es un país maravillosamente diverso con desiertos áridos, selvas lujosas, y montañas majestuosas cubiertas en blanco. El clima y la geografía, distintos en cada región, han hecho que las dietas tradicionales y los estilos de vida desde los tiempos antiguos hasta la modernidad, también varían mucho dependiendo de la ubicación de la gente.
Primer capítulo en Nutrition and Physical Degeneration sobre Perú: las culturas antiguas
En la costa, las culturas pre-incaicas como la Nazca y el Chimu, dependían mucho de los mariscos como alimento básico de su dieta. Complementaban la dieta de mariscos con plantas. Para poder sembrar cultivos en la costa tan seca, construyeron acueductos que corrían muchos kilómetros desde las montañas hasta el océano trayéndose con ellos agua dulce (194). El diseño y el largo de estos acueductos sobre terreno tan escabroso siempre ha sido “un tema de asombro para los ingenieros modernos” (203).
También es conocido que la gente costeña se mantenía en contacto con las comunidades de las montañas (194), mas que todo para el comercio e intercambio de los huevos de pescado y las algas marinas secas, entre otros productos agrícolas. El Dr. Price nos dice que varias veces se encontró con gente de los Andes con paquetes de huevitos de pescado y quelpo (alga) secos en sus mochilas. Cuando les preguntó por qué tenía estos alimentos, ellos “explicaron que fue necesario para mantener la fertilidad de sus mujeres” (237). Esto no es el único ejemplo en el que el Dr. Price encontró gente nativa utilizando alimentos especiales para la fertilidad de su gente joven. Por todo el mundo, el Dr. Price notaba que todas las culturas indígenas, reservaban ciertos alimentos con alto valor nutritivo para las parejas que se iban a casar y también para las mujeres embarazadas. La salud de los niños determinaba (y determina) la supervivencia de la tribu; gente indígena de todo el mundo entendía este principio básico y por eso cuidaban mucho en conseguir los alimentos específicamente beneficiosos para la fertilidad y la reproducción.
Durante su viaje en la costa peruana, el Dr. Price encontró “una sucesión de túmulos funerarios” (194). En algunos lugares, había cientos de cráneos dispersados por el desierto, tirados por los ladrones de las tumbas quienes buscaban oro y otros tesoros (201). Muchos de estos cráneos encontrados en la costa, además de especímenes preservados en varios museos, fueron estudiados por el Dr. Price. Él escribe que “los cráneos fueron manejados por mí, personalmente, y grandes cantidades de ellos fueron fotografiados” (201); algunas de estas fotos asombrosas aparecen en estos dos capítulos de Nutrition and Physical Degeneration. En total, Dr. Price examinó 1,276 cráneos de peruanos y no encontró “ni un solo cráneo con malformación de los arcos dentales” (203).
Esta estadística impresionante del buen desarrollo de la forma humana hizo que el Dr. Price concluyera que las antiguas culturas peruanas fueron “evidencia de un sistema de vivir que está muy de acuerdo con las leyes fundamentales de la Naturaleza acera de la reproducción” (203), y que el estudiar de estas culturas nos daría una mejor idea de cómo mejorar la dieta moderna para asegurar la supervivencia de la raza humana.
En su descripción del famoso imperio de los Inca con su centro en la ciudad andina de Cusco, el Dr. Price escribió que“Es probable que pocas culturas del mundo, si es que alguna, de las antiguas o modernas, hayan alcanzado una organización social más perfecta que la alcanzada por la cultura Inca.”(208).
A él le sacaron fotos parado enfrente de las murallas incaicas construidas con piedras masivas. Igual que con los acueductos, los ingenieros de hoy sólo pueden conjeturar sobre cómo esas rocas fueron trasladadas cientos de kilómetros y subidas a alturas altísimas sin el uso de la rueda ni el hierro (210). La cultura Inca en realidad fue una acumulación de culturas de miles de años de sabiduría andina y costeña.
Los alimentos tradicionales que dieron esa gente andina su admirable fuerza incluían (213, 237)…..
- Quelpo secado (alga marina) y huevos de pescado del mar
- Carne (de cuy, llama, y alpaca) – charqui (carne seca)
- Trucha y otros pescado del río
- Maíz
- Plantas silvestres
- Legumbres como el tarwi
- Una gran variedad de cereales como la quinoa y kiwicha
- Y una gran variedad de papas y otros tubérculos, algunas secadas y preservadas en polvo
Los peruanos de la época del Dr. Price: los aislados vs. los modernos
El segundo capítulo que escribió el Dr. Price sobre el Perú detalla su contacto con los Peruanos de su época, de los años treinta. Él conoció a varios grupos de gente viviendo de los alimentos tradicionales de su región. También conoció a gente que había adoptado una dieta moderna que incluía la harina blanca, el azúcar blanco, el arroz blanco, y el aceite vegetal procesado.
La gente costeña:
En la costa, el Dr. Price encontró una aldea de peruanos que afirmaban ser descendientes directos de la civilización Chimu. Notó su “fino desarrollo físico, la anchura de sus arcos dentales, y la regularidad de sus rasgos faciales” lo cual fue muy distinto a la estructura y la salud de los peruanos modernos que comían los alimentos procesados de azúcar y harina (205). Al contrario, los Chimu modernos dependían mayormente de los mariscos y pescado para alimentarse a ellos y a sus familias. Fue la abundante vida marina que proveyó la nutrición necesaria para mantener una población próspera, incluso hasta los tiempos modernos.
Los Aymara del Lago Titicaca:
El Dr. Price también viajó al fondo del país, al famoso Lago Titicaca; es el lago más grande de agua dulce situada a mayor altura en el mundo y comparte frontera con Bolivia. La zona del Lago Titicaca es la cuna de algunas de las civilizaciones Andinas más antiguas. Los nativos de la región que el Dr. Price conoció hablaban Aymara como su lengua nativa y solían ser muy fuertes y saludables; hizo nota el Dr. Price de su desarrollo pulmonar (necesario para vivir a esas alturas) y la anchuras de sus arcos dentales (215). Era gente bien preparada físicamente para vivir en las condiciones duras de la zona.
Quechuas del Valle Sagrado:
El Dr. Price también pasó tiempo en los Andes en la parte fuera del Cuzco que se llama el Valle Sagrado; allí el idioma era (y sigue siendo) Quechua. Allá el río Urubamba traía trucha a la gente local antes de seguir su camino hacia el Amazonas en el este.
En las montañas del Valle, había mucho sol, incluso en el invierno, y por eso había “tierra para pastorear los animales durante el año entero” (214). A diferencia de los habitantes de otras grandes montañas del mundo como los de Tibet y Suiza, los aldeanos Andinos no criaban animales para su leche (222). Sin embargo, los animales eran importantes como porteadores (especialmente los llama) y también para proveer su lana para la vestimenta necesaria para calentar la gente en las noches tan frías. La carne de los llama y alpaca fue consumida también y preservada como charqui (carne seca), un buen alimento para los viajes largos por el imperio.
El cuy es un alimento andino SUPER importante también. En su libro el Dr. Price menciona que entre todos los animales que se ha estudiado, el cuy es el que mejor convierte los rayos del sol y la materia vegetal en la forma de vitamina D que el cuerpo humano puede asimilar. Este dato es MUY importante porque ya sabemos que la D es una vitamina soluble en grasa que sólo se puede conseguir de algunos alimentos de origen animal.
El Dr. Price pudo contactarse con grupos aislados de aldeanos quienes bajaban los domingos de sus aldeas escondidas en las montañas para comercializar su productos (215). En un estudio que hizo él, al examinar veinte-cinco individuos de la misma aldea, no encontró NI UN SOLO diente afectado por caries (216).
Hoy en día, no es así. He pasado mucho tiempo en el Valle Sagrado y es MUY común ver a la gente con un montón de caries o incluso gente joven que ya no tienen dientes. Nosotros del “primer mundo” tendríamos el mismo problema si no fuera por la tecnología moderna que esconde la gravedad del problema de la degradación de la salud humana (acuérdate que la salud de la boca es un reflejo de la salud del organismo entero y que una caries es una enfermedad).
No solamente disfrutaba de una salud dental óptima sino también esa gente indígena comiendo su dieta tradicional disfrutaba de una forma física espléndida, incluyendo sus pechos anchos que dejaban espacio para el buen desarrollo pulmonar, importante cuando uno vive en las alturas de más de 3,000 metros (218).
La gente del Amazonas:
El Amazonas, que empieza en las cuestas orientales de los Andes, tiene un ambiente y una población totalmente distintos que los de la costa y de las montañas. La selva seguía bastante aislado de la influencia extranjera, casi impenetrable hasta los tiempos modernos, con excepción de unas pocas misiones Católicas y otras plantaciones de goma (239).
Igual que los demás países y comunidades en los que hacía sus estudios, el Dr Price observó el mismo patrón en la selva; que la gente que comía su dieta tradicional disfrutaba de una mejor salud, tanto dental como física, que los que comían alimentos procesados de la modernidad (225). Las fotos que aparecen en su libro de estos dos grupos de gente son particularmente impresionantes. En las fotos del grupo tradicional, se ve sus rostros lo suficientemente anchos para que les cupiera sus dientes sin caries mientras el grupo modernizado (más que todo los que vivían en las misiones religiosas) tiene los rostros más angostos con los dientes amontonados y con muchas caries.
Debido a su clima y geografía única, la dieta tradicional del Amazons se basaba en “alimentos nativos salvajes,” ya que la gente de la selva no eran agricultores “clásicos”. Otros alimentos básicos de su cocina era la yuca, la papa, pescado del río, frutas, y raíces comestibles de la familia del lirio (240).
Concluyendo nuestro viaje al Perú
Hemos perdido sabiduría. Eso entendía el Dr. Price, incluso en los años treinta. Ahora nos tenemos que preguntar ¿cuánto MÁS conocimiento nos hemos perdido desde que publicó en 1939 Nutrition and Physical Degeneration? En su libro, nos afirma esta pérdida, “Es lamentable que el hombre blanco se ha contactado con (la gente indígena) en varias partes del mundo SIN apreciar la sabiduría acumulada de (ellos). Mucha sabiduría muy valiosa se ha perdido” (238).
Hoy hay un movimiento, que está creciendo rápidamente, de gente que recuerda y reconoce la sabiduría tradicional. ¡Que siga creciendo este movimiento! No podemos perder estas joyas de la humanidad. Estoy muy agradecida al Dr. Price por su compromiso en estudiar la sabiduría de la gente que venía antes de nosotros. Rezo que todos nos comprometamos a seguir recordando su sabiduría y compartirla con otros para que el Planeta entero pueda sanarse.
Katita